lunes, 1 de febrero de 2010

calamar



Sabes que el ibuprofeno descansa en la mesita de noche,
sobre una montaña de libros todavía no leídos.
Sabes que la jaqueca está a la vuelta de la esquina,
como una rata dispuesta a morderte en la sien.
Sabes que mañana será demasiado tarde
y que el mejor día de tu vida fue ayer.
Sabes lo que sabes porque se lo has oído
a esas personas que viajan en tren.
Sabes que siempre desconoces
tu rostro en el espejo.
Sabes poco.
Yo no sé nada.
Sabe a calamar
tu lengua,
tu piel
y tu mirada.